SIENA
Palio dell'Assunta 2011
DUCCIO DI BUONINSEGNA
“El arte de Duccio di Buoninsegna
puede ser calificado de lírico: sus figuras se ven agitadas por emociones que
las unen en una comunión de sentimiento casi musical. El arte de Giotto di
Bondone puede ser calificado de épico o dramático: sus figuras aparecen como
individuos que reaccionan entre si individualmente; ni siquiera en escenas de dramatis personae comparativamente
numerosas intenta jamás representar a una multitud”.
“Duccio, todavía
bizantinista, se basa en el poder de líneas y superficies; pero
precisamente por este motivo cuida de colocar las formas delimitadas por esas
líneas y superficies en un medio ambiente que las invista de una apariencia de
corporeidad”
“Giotto, florentino
formado en Roma, se basa en el poder del volumen, o lo que es lo mismo,
no concibe la tridimensionalidad como cualidad inherente a un medio ambiente e
impartida por él a los objetos individuales, sino como cualidad inherente a los
objetos individuales en sí. Giotto, por tanto, tiende a conquistar la tercera
dimensión por manipulación del contenido plástico de espacio más que del
espacio mismo”.
“Ambos intentan de maneras
distintas solucionar el mismo problema: crear el “espacio pictórico”.
Y ese problema era tan nuevo (o mejor dicho, había estado tan ausente del
panorama europeo occidental durante tantos siglos) que los que por primera vez
lo volvieron a suscitar merecen todavía el nombre de “padres de la pintura
moderna””.
“Se puede definir un espacio
pictórico como un ámbito aparentemente tridimensional, compuesto de cuerpos (o
pseudocuerpos, como las nubes) e intersticios, que parece extenderse
indefinidamente, aunque no siempre infinitamente, por detrás de la superficie
pintada, objetivamente bidimensional; lo cual quiere decir que esta superficie
pintada ha perdido esa materialidad que poseía en el arte medieval. Ha dejado
de ser una superficie de trabajo opaca e impenetrable (dada generalmente por
una pared) y se ha convertido en una ventana a través de la cual nos asomamos a
una sección del mundo visible. (…) Comparar de este modo una pintura a una
ventana es atribuir, o exigir al artista una captación visual directa de la
realidad; el pintor debe operar, pues, a partir de la imagen óptica de su ojo.”
Gracias a Duccio y a Giotto
“asistimos al nacimiento del espacio
moderno”. Pese a sus deficiencias técnicas, las obras de ambos nos
presentan un espacio que ya no es discontinuo y finito, sino (al menos en
potencia) continuo e infinito (…) Sólo después de que Duccio y Giotto hubieran
impartido a la superficie pictórica la cualidad de transparencia además de la
de plenitud fue posible concebir la idea de interponer este plano transparente
entre el objeto y el ojo, y construir así la imagen perspectiva como intersegazione della pirámide visiva, es
decir, como proyección central”.
Erwin Panofsky
Renacimiento y
renacimientos en el arte occidental
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